Uno de los grandes problemas de los edificios consiste en la gran dificultad de sus materiales para reflectar el calor. En este sentido, el uso generalizado del hormigón es el principal responsable de ello, dada su gran capacidad para conducir el calor hacia el interior. Para contrarrestar este problema se utilizan un gran número de revestimientos: metálicos, asfálticos, cerámicos, que nunca llegan a ofrecer el aislamiento que desearíamos.
En el caso de las cubiertas termoreflectantes, la principal ventaja es su capacidad para reflejar los rayos del sol hacia el cielo, evitando que ese calor se transmita hacia el interior. El aislamiento térmico de cubiertas contribuye en gran medida a la mejora del confort térmico en el interior de las viviendas, así como a limitar el consumo eléctrico de los equipos de refrigeración (con el ahorro que ello supone para nuestros bolsillos).

¿Cómo funciona una cubierta termoreflectante?
Este tipo de cubiertas mejoran lo que conocemos como SRI (Índice de Reflectancia Solar) que mide la capacidad que tiene una superficie construida para reflectar el calor solar. Este factor puede calcularse considerando los valores de reflectancia solar y de emisividad (la proporción de radiación térmica emitida por una superficie según su temperatura). De esta forma, cuantos más altos sean ambos valores, más frescas permanecerán las superficies expuestas al sol; es decir, menor calor se transmitirá hacia interior.
La utilización de cubiertas reflectantes (también conocidas como techos fríos) provoca que la temperatura de su superficie se mantenga cercana a la ambiental (entre 30 y 40 grados menos que en otro tipo de superficies como la asfáltica). Cuando los rayos del sol inciden sobre una cubierta convencional se produce una absorción de calor en torno al 80%, frente al 12% de las cubiertas protagonistas de nuestro artículo.
Principales ventajas de las cubiertas termorreflectantes
Reducción de las ganancias de calor en los edificios.
Ahorros significativos en los consumos de energía.
Mejora de condiciones de las condiciones de confort térmico.
Mayor vida útil de la cubierta por el menor estrés térmico que soportan los materiales.
Disminución del efecto isla de calor.
Respeto medioambiental fruto de la reducción de emisiones de CO2 (mitigación del efecto invernadero).
En Pinturas Europa tenemos la solución que necesitas para tu proyecto!
Consúltanos sin compromiso!
Comments